Juan Camilo's Blog

miércoles, octubre 11, 2006

Sobre un amigo muerto

Hace unos días quería reactivar mi blog, que volviera a escribir. Este fin de semana hubo un detonante que me lleva de nuevo a ello, y fue la muerte de un compañero de la universidad, Santiago Montoya. No entiendo aún la causa, ni espero entenderla tampoco. Prefiero recordarlo como era en vida, una persona que tenía un sentido del humor mordaz (a veces como el mío), muy inteligente...(aún recuerdo que fue una de las personas por las cuales decidí hacer mi primer posgrado, el de Recursos Hidráulicos, que me costó bastantes canas), una persona muy capaz, excelente compañero y profesional. Me podría quedar corto de palabras para describirlo.

Cuando hablé con él recientemente, lo vi de muy buen humor...por supuesto, todos llevan la procesión por dentro (o llevamos a veces, sobre todo cuando somos orgullosos y creemos ser autosuficientes). Es en esta muerte donde veo que no hay felicidad completa y la vida, aunque uno trate de equilibrarla, nunca lo va a estar....primero porque el ser humano nunca va a ser feliz del todo, siempre se buscarán metas distintas, ambicionar más y más...unos lo económico, otros lo vanal, otros lo intelectual...pero lo espiritual....a donde viene a quedar??? Aunque muchos vayan por esa senda, de la realización espiritual, el mundo de ahora siempre tratará de agarrarlos en la senda de lo físico...y entonces es ahí donde hay una lucha, que a veces dura toda la vida.

Viejo Santi, vos seguirás siendo un buen guía intelectual para mí....esa es una de mis búsquedas ahora, y necesito de verdad apoyo en eso. Descansa en paz, dale paz a tu familia para que tú también puedas estarlo en esta nueva etapa de la existencia espiritual. Hombre Snoopy, te acordás como te decía Piero? ahora te podés encontrar con él también...con "Godofredo Cínico Caspa" ...como me hacían reir ustedes dos, mordaces, con ese humor negro....eso lo he seguido teniendo....tratándome de burlar de la vida, cuando por dentro a veces siento que no soy sino un castillo de arroz, en el cual un solo toque hace que se derrumbe todo.

Te me cuidás mucho Santi, descansá en paz, de verdad.